domingo, 16 de noviembre de 2014

Dolores de neurosis

-No me contesta... está con el celular en la mano y el hijo de puta, no me contesta! No le importo, no le interesa en lo más mínimo lo que tengo para decir, se caga en que yo este ocupada en él y no me contesta! Claro, seguro está hablando con otra, está cogiendose a otra y yo acá, esperando que el muy forro me conteste un puto mensaje! Pero cuando me conteste, voy a colgarlo, que sufra lo mismo que sufrí yo esperando a que se digne a escribirme... Y no lo voy a ver! porque no lo quiero ver más, porque el tipo no me quiere, no le importo!-
Suena el teléfono, un mensaje de texto "¿Estaba manejando, voy a tu casa y cenamos?". Dolores mira dos veces el mensaje, tira el celular en el sillón y camina hacia la cocina.Vuelve corriendo y le contesta "Dale, te espero".
Porque el amar genera neurosis, y las novelas siempre tienen que tener un poco de acción y drama, y a Dolores le gusta enredarse un poco para poder dejarse ser.

La cuestion

El discurso positivo hace agua por todas partes, no me sirve la mentira de que el tiempo cura todo o que vendrán tiempos mejores. Hace casi seis meses que mi vida es una mierda, que no me pasa nada que me haga sentir viva, que por más fuerza que haga no puedo salir de nuevo a flote. ¿Son malas rachas?¿esta no es la vida en la que me toque algo bueno?¿no es mi tiempo? La verdad es que no tengo la más pálida idea, pero me estoy hartando, me estoy cansando de nuevo.
Días donde reina la calma, pero siempre está latente este vacío, esta falta de emoción, esta repetición constante de días sin vida, donde nada me mueve el corazón, y cuando algún sentimiento quiere despertarme, viene el mundo y me arranca el poco bienestar, y de nuevo el desierto sin oasis me absorve la mirada.
¿Cuantos esfuerzo más tengo que hacer?¿Cuanto más me va a doler vivir? Y, sabemos que vivir es doler, es morir diariamente, pero creo que yo ya estoy muerta, que esta vida sordo-muda es el sinsentido mismo, pero la maquinita que me mueve no se quiere apagar, no se puede apagar. Entonces, ¿como vuelvo a la vida? ¿Donde está la puerta que me lleve a un nuevo mundo?

lunes, 3 de noviembre de 2014

Desconfigurada


Un cuerpo
Descarnado
Desarmado
Desangrado
Algunas tormentas discontinuas
un fantasma que ronda por mi casa
y una soga que se enreda en mi pie.
Unos ojos
Desanimados
Cristalizados
Atemorizados
La calma después de la tormenta
las ruinas del huracán.



Días de lluvia

Los días de lluvia envenenan la taza de calma que  olvido siempre en la mesa del jardín. Desde la puerta de la cocina me pierdo en los charcos del patio, nado en el bosque en que el jardín de mi madre se convierte, bailo como las ramas de los altos arboles que, coposos, se posan sobre el horizonte.
Todo está cubierto con un manto de melancolía, con un agridulce sabor. Es la lluvia y el día, es el silencio de mi corazón y mis manos frías.