martes, 30 de septiembre de 2014

Vistantes

De vez en cuando, una vez cada tanto, la puerta de entrada al mundo de Samanta, suele ser abierta por un visitante extraño. Sin anunciarse y sin permiso, se mete en su living y se sienta en el sillón. Toma una taza de té, mira los libros de los estantes, le susurra un par de palabras mientras duerme, le invade los papeles que guarda en el escritorio, juega con las telas de araña que se arman en su alma.
Samanta se da cuenta tarde del invasivo visitante, se molesta, se incomoda, pero nunca logra verle la cara.
Una mañana, el extraño se descuidó y se quedó dormido en el sillón. Vestido de bufón, barbas de intelectual y pestañas largas y arqueadas. De su piel emanaba un dulzon olor y en su rostro lucia una mueca de sonrisa. Allí estaba el osado entrometido, tendido en su sillón, con la taza de té en la mano y los secretos de Samanta en la otra.
Silenciosa se acerco, puso su rostro cerca del rostro del intruso, estaba tan cerca que logró sentir la tibia respiración golpeando en su cuello. - Despiertate, viajero de mi mente!- Susurró la chica. El ser seguía dormido, parecía estar hundido en un profundo océano, con la calma más hermosa e inquietante. -Oye! extraño! Con qué derecho te creés a entrar a mi casa y revolver en mis cosas?! Levantate ya!- Gritó con una voz histérica. De un salto, el visitante se paró frente a ella, y con cara de susto la miró asombrado, sin modular ni una sola palabra. La joven mujer, que con furia lo observaba, prosiguió - Qué te pensas?! ¿Que no me doy cuenta que hace tiempo, una vez cada tanto, venís acá y pones todo patas pa' arriba?! ¡¿Quien sos?! ¡¿Qué queres?!- Silencio absoluto. El desconocido solo la miraba con sos ojos gigantes y sonreia. Con pequeños pasos se iba acercanto cada vez más ella, que lo miraba sin pestañar. Samanta, de un tirón, tomó sus papeles, que el desconocido tenia en sus manos, y los puso sobre el escritorio. De un saltó se puso junto a la puerta de entrada, la abrió y le gritó: -Ya no pierdas tu tiempo en volver por estos lados, la verdad es que tu visita cíclica me genera un malestar general que prefiero evitar.- Pues era demasiado tarde, el visitante ya se había ido y ella no lo había notado, una vez más, era demasiado tarde. Igualmente cerro la puerta con llave y la tiro por la ventana. Sabiendo que en algún momento, otro extraño iba a ingresar.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Otra mentira de primavera

Otra primavera llega a mi vida. Hace 26 años que recibo primaveras, de las primeras no tengo recuerdo alguno, pero estoy segura de que no han tenido nada de relevante. Pero de las que si recuerdo, todas son asquerosas, ficticias, sin vida.
Nunca entendí el optimismo por una estación, ni me caen bien los fundamentalistas de un época del año que más despierta alergias en la gente. Si la vida es buena o mala, no depende de cuestiones banales como una estación del año, podes estar lleno de flores y que sea una muerte, o podes estar lleno de colores en un dorado y oscuro otoño.
Sinceramente, no entiendo la alegría de la primavera, no entiendo a las parejas que van por los parques besándose y revolcándose por el pasto ¿En invierno no es romántico besarse en el medio de un parque?¡¿Será que consumieron mucha poesia barata?!
En fin, yo hoy no celebro otra llegada de una primavera, no tengo ganas de ponerme a actuar como si fuese feliz porque nada es diferente a ayer. Una vez más, el cambio de estación no me ha cambiado la vida ¿Y a usted?

Para el viento

Nada se va, nada desaparece, nada puede esfumarse. El mundo puede no tener cielo, pero sé que cada día que pasa, te encuentro. Te veo, como me gusta verte, te escucho, escucho tu guitarra, escucho las canciones. Te siento, siento tus brazos en mi cintura, tus besos, el suspiro en mi cuello, los susurros en mis oidos, la alegría de encontrarte. Aveces duele, pero siempre encuentro un poco de felicidad en ese instante en que me cruzas, en que me devolves un poco de mi alma.
Creo que esto de escribirte me resulta sanador, necesito contarte como va mi tormenta, como me hago un nudo pero intento desatarme del dolor, pero nunca de vos. Por tu cumpleaños me tome una cerveza y me fume esas flores que compre para vos, quería festejarlo como si vos estuvieses en frente mio. Tu mejor amigo me llama a diario, nos juntamos seguido a hablar de vos y hacer lo que hicimos la ultima vez que nos visitaste. Aveces cierro los ojos e imagino que estas en la silla de enfrente mio, mirandome con esa cara que me ponías, que me aflojaba las piernas y me robaba sonrisas picaras.
Voy a ir dejando está carta acá, ya me esta dando ganas de llorar y perfiero no hacerlo mientras te escribo. Prometo enviarte una nueva nota, contandote un poco más. Siempre te extraño, eso no va a cambiar.
Ah! me olvidaba, anoche pude responder una de las preguntas que queria hacerte. Tu amigo me contó lo que le dijiste de mi... nunca te lo dije, pero yo tambien te quiero.

martes, 2 de septiembre de 2014

98 Días

Me quiero escapar al pasado, quiero nuestro verano, quiero que vos vuelvas, quiero que el mundo deje de ser una mierda. Necesito verte, necesito poder al menos odiarte, pegarte, gritarte, cagarte a puteadas besarte, escucharte. Necesito que esto sea una mentira, que te extrañe porque estas lejos, que me rompas el corazón, que me des motivos para no querer verte por que me rompiste el corazón,  pero no porque ya no estas, no podes dejarme sola con todo esto. Me estoy muriendo, me cuesta todo, por más que tape el vacío con enojo, caigo y no puedo salir, no puedo seguir, no puedo y me canso. El mundo ya está hecho trizas y las noches no tienen ni una estrella, hay tornados que se llevan todo.
¿Por qué hiciste esto?¿Qué hubiese pasado si...?¿Como seria todo ahora? Soy un oceano de lágrimas donde flotan un montón de preguntas que suelo esconder bajo un montón de sonrisas de plástico, en rincones oscuros, en calles solitarias. Solo quiero que se termine esto, que sea una mentira, un sueño, un mal chiste. Sola no puedo ya seguir con este pecho que se siente como un precipicio, un agujero negro que me está comiendo.
Te extraño