viernes, 17 de mayo de 2013

Secretos

- Quiero una biblioteca llena de libros, de todo tipo, tamaño, color, olor... como me gusta el perfume de los libros añejos!- Dijo mientras acomodaba la taza de café en la palma de su mano y perdía la mirada por la ventana de living, que daba a la calle. - Lo que me gusta de los libros usados es encontrar las marcas que sus otros lectores le dejan, me gusta enredarme en pensamientos sobre porque marcaron un párrafo, que habrán sentido, que habrán pensado.-
Cada idea que ella tenia despertaba locura en mi cabeza, la miraba allí, flotando en la luz del sol, con su piel tersa y sus mirada clavada en un punto de fuga lejano. No podía mirarla sin sentir ganas locas de abrazarla y amarla hasta el cansancio, pero siempre supe que para amarla hay que dejarla ser libre. - ¿Te pasa algo?- me dijo y me devolvió a la tierra. En pocos segundos la tenia a mi lado y podía sentir el calor de su cuerpo, podía ver sus pestañas largas y las pecas de sus mejillas. Ella era mi libro favorito, la historia que disfrutaba leer, el perfume que adoraba sentir.

lunes, 13 de mayo de 2013

Son bichitos

Palabras simples
como mariposas sobrevuelan
se posan en la hoja
bailan un vals
juegan a la mancha
se trepan por mis dedos
hacen cosquillas en mi boca
y se escapan en tu oído

Palabras simples
se adueñan de tu mente
le dan vida a mis días
revuelven tus ideas
carcomen mi conciencia
sonríen en mis libros
se pierden en las calles.

Palabras simples
nos condenan
y se vuelven los silencios
nos atrapan en sus celdas
condenan las acciones
despiertan los fantasmas
y se guardan en los besos

La dueña de la plaza

Los días la devuelven al mundo, la elevan a un cielo tibio y mareas de calma. Josefa sueña, baila, piensa, cree. La felicidad brota por sus grandes ojos soñadores, su rostro se viste de sonrisas multicolores que derriten los fríos témpanos de algún invierno guardado en su cartera. Siempre la veo pasar, soñadora de otoño y dueña de la plaza de mi barrio. Sus vestidos, siempre pulcros, y sus zapatos de muñeca, me invitan a pensarla como una Penelope enamorada de alguna sombra del pasado, con un corazón relleno de flores primaverales y otoños de atestan a caramelos de frutilla. La escucho cantar y siento lo que siente, imagino lo que piensa, intento escurrirme en su mundo unipersonal pero fallo. El misterio hecho mujer, con cabellos de viento y vida de sol, eso es Josefa, la historia no escrita que la susurra el silencio de sus labios.